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El Sesgo en las Encuestas

El Sesgo en las Encuestas
Sesgo se define como una adjudicación o clasificación desproporcionada y generalmente injusta, a favor o en contra de una cosa, un hecho, persona o grupo en comparación con la adjudicada a otra. Se proyecta como «una tendencia unilateral de la mente» y, en términos legales, como «propensión o prejuicio indebido«.
Consecuente con la evolución y racionalización inherente a la naturaleza humana, el sesgo de apreciación o conclusión está presente en casi todos los actos de nuestra vida cotidiana.
En investigación, la posibilidad de sesgo está latente tanto en la planificación y ejecución como en la interpretación de resultados que devienen de la mayor parte de las disciplinas tanto sociales como científicas, aunque en menor grado en aquellas referentes a las ciencias “duras”
Una de las áreas donde más probabilidad de sesgos ocurre y se observa es en la elaboración, la ejecución e interpretación de encuestas.
En este tipo de procedimientos se podrían describir varias fuentes que conducen a la introducción de sesgos que potencialmente invalidan la veracidad de los datos obtenidos y por ende sus resultados. Las fuentes de sesgos en encuestas es muy amplia aunque se destacan:
- El sesgo de muestreo o de autoselección El sesgo de muestreo es un fenómeno que ocurre cuando los miembros de una población se seleccionan como muestra de manera incorrecta, ya sea porque tienen una probabilidad menor o mayor de ser elegidos. Este representa una de las mayores fuentes de sesgo al momento de generar encuestas sobre todo aquellas donde las conclusiones esperables responden a tal o cual interés particular. Un ejemplo común es el sesgo en las encuestas de intención de voto durante las elecciones presidenciales. Si se encuesta a “x” número de votantes de determinada clase social, o de un solo partido o de zonas afines a un candidato político, la muestra estará sesgada y no representará adecuadamente la diversidad demográfica.
La autoselección es el proceso por el cual encuestados que presentan características comunes que los hace distintos al resto de la población, deciden participar de forma voluntaria en la encuesta.
Este tipo de sesgo se puede limitar mediante un proceso de selección aleatoria para que todos los miembros de tal “población objetivo o de interés” tengan la misma probabilidad de ser seleccionados.
- Sesgo en la formulación y orden de las preguntas. Se produce cuando las preguntas están mal formuladas y presentan opciones de respuesta tendenciosa o bien cuando el orden en que son presentadas hace que una se formule en un contexto que influencie la opción de respuesta de la siguiente
- Sesgo de respuesta. Se producen cuando los entrevistados no manifiestan su verdadera opinión al momento de responder, ya sea por falta de una correcta interpretación de la pregunta, por tendenciosidad o por influencia del entrevistador.
- Sesgo de entrevista. Se refiere a cuando la actitud del entrevistador, ya sea por su tono de voz, gestos o comportamiento, influye en la característica de la respuesta.
- Sesgo de interpretación o sesgo estadístico. Se presenta cuando los datos obtenidos son analizados mediante técnicas estadísticas inadecuadas que llevan a obtener resultados y formular conclusiones inconsistentes. Esto es muy frecuente cuando al momento de diseñar la encuesta no se toma en cuenta de antemano el tamaño muestral necesario a fin de maximizar la potencia y minimizar el error de la prueba estadística a utilizar
Para evitar sesgos, es crucial establecer protocolos detallados antes de recopilar datos y formar adecuadamente a quienes los recolectarán. Asimismo, debemos observar la ficha técnica y la formulación de preguntas para evaluar su fiabilidad.
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